Hermosa mixtura, fina, delicada, un tanto psicodélica y despojada la que plantea «Legionario» ¿qué representa para vos esa composición?
«Legionario» es un viaje, la exploración de un terreno, la distancia y el acercamiento al limite. Límite de qué o con qué? no lo sé, pero en realidad no importa nombrar, agregar un concepto específico o definir; lo que hay en esta historia es la sensación de estar ante un corte, esa sensación tan concreta de que algo cambia y no vuelve a ser lo mismo. Por eso «Legionario» es búsqueda y también interrogante del futuro.
¿Qué te inspira a la hora no sólo de componer sino también de preparar las interpretaciones?
La música es un motor que funciona con las cosas que me van pasando en la vida: deseos, frustraciones, amores, errores, etc. También de lecturas, poesía, música, películas, conversaciones con amigues y con mi pareja, encuentros con otras personas. No siempre me pasa que me inspiro en algo previamente, es algo que sucede en el proceso de trabajo, en donde te vas cebando. Improviso, pruebo sonidos, texturas, loops con voces y sintetizadores, buscando distintos timbres, tratando de generar espacios, imágenes y sensaciones, me dejo llevar por la intuición. A veces no hay una inspiración o una idea previa, sino que hay un devenir que voy formalizando y luego puedo anudar distintos sentidos.
En una charla con un medio pampeano dijiste, en relación a tus influencias, «que todos aquellos que no elijo igualmente están sonando por todos lados y también influyen». Yo siempre pensé eso también pero sos la primera persona que encuentro que piensa lo mismo ¿cómo explicás eso de que aquellos a los que no elegís también influyen en tu arte?
El oído no se cierra, aunque uno ponga atención a lo que le interesa, está en permanente vigilia y absorbe lo que elegís y también lo que no elegís. Y esto pasa no solo con la música que escuchamos, también las relaciones que sostenemos, el lugar donde vivimos, el momento histórico, toda una complejidad que nos rodea, como si el artista fuese un medio por donde se canalizan cosas que pasan.
De tu primer disco «Monte» quedé impresionado y gratamente emocionado al escuchar «Suspendidos», una canción maravillosa a través de la cual generás un clima intimista y nostálgico pero con una fuerza que encuentra sustento en la profundidad del alma; a lo más íntimo de tu corazón le pregunto ¿cómo fue ese proceso creativo?
Con ese tema tuve desde el principio imágenes muy claras, que son las que aparecen en la letra, asociadas a una sensación de quietud y calma. En el proceso creativo se proyectaba claramente el horizonte pampeano en mi cabeza y junto con poesías que estaba leyendo en ese momento, que enriquecieron el universo imaginario de la música y la letra, surgió “Suspendidos”. Fue un proceso muy divertido y de mucha satisfacción.
La letra de la canción dice «bailando en el aire como hojas, flotando en el brillo polvo, suspendidos»… entre esas dos ideas conceptuales ¿con cuál te quedarías y por qué?
Estas dos imágenes refieren a lo mismo; tanto el caer livianito de las hojas como el polvo que se ve suspendido cuando entran rayos de luz por la ventana, en la canción hablan de la belleza de esta idea idílica y contradictoria de ser leve y fluir.
¿Piano/teclado o guitarra? ¿por qué?
Sintetizadores y la voz.
Tuviste participación compositiva e interpretativa en el álbum de Vachantu, algo diferente a lo que vos hacés, pero no tanto ¿cómo fue esa experiencia?
Vachantu es el proyecto musical de Martin Matilla, músico y productor pampeano (ahora viviendo en Quito) con quien comencé a meterme en el mar de la electrónica, hace ya varios años. Cuando comenzamos a hacer música juntos yo componía con guitarra y voz, y Martín abrió un universo electrónico alrededor de esos temas que me sacaron totalmente del lugar desde donde armaba la música. En ese momento él participaba en algunas de mis canciones con programaciones electrónicas y yo en las de él con melodías, letras y coros. La experiencia con Martín siempre fue muy buena, de mucha conexión musical y personal; somos amigos además de componer juntos.
Escuché decir que lo tuyo es pop experimental y me parece que ese rótulo es demasiado acotado para definir tu música, tal vez me quede con la experimentación ¿cuál es tu visión al respecto?
No pienso mucho en los rótulos musicales. En general estas clasificaciones responden más a sistemas de consumo musical que a delimitaciones estilísticas. Si bien el espectro de etiquetas y sus combinatorias es amplio y se presta a confusiones, me interesa cuando la etiqueta es una forma de hablar de una experiencia con el material sonoro. Yo también me quedo con la experimentación, es lo que más me entusiasma en este momento; seguir aprendiendo y buscando nuevas formas tanto en lo vocal como en la electrónica.
¿Qué música escuchás actualmente?
En estos últimos meses estuve escuchando mucho a “Aromanticism” de Moses Sumney, “El mal querer” de Rosalía, “Adult baby” de KAZU y Daniel Melero.
¿Analógico o digital? ¿por qué?
El cruce entre estas dos cosas es lo que más me gusta, los sintes, las cuerdas y las voces.
¿Cómo fue la transición General Pico – Buenos Aires? Es decir, en relación a la cosmovisión que tenías a la que, indudablemente, estableciste una vez acostumbrada a la gran ciudad.
Buenos Aires y La Pampa son lugares muy distintos, en uno está la vida cotidiana tranquila más cerquita de la naturaleza y el aire puro, y en el otro hay un abanico cultural que es un tesoro. Por suerte puedo ir y volver todo el tiempo, aprovechando lo que busco en cada lugar.
Sos licenciada en musicoterapia, trabajás con primera infancia y embarazadas, tenés una hija que obviamente requiere atención y cuidados, componés e interpretás música, ¿cómo repartís tus tiempos?
No tengo idea! jajaja. Los dos primeros años de Julia fueron más complicados en la organización porque estaba muy abocada a la maternidad y me costaba concentrarme, me pasaba que con mucho esfuerzo organizaba el día para poder sentarme un rato con los instrumentos, pero cuando llegaba ese momento tenía tantas cosas en la cabeza que no podía hacer nada… luego con insistencia fui logrando conquistar ese espacio y hoy claramente no es como antes de ser mamá pero tengo mi rutina y espacio que aprovecho un montón.
¿Cómo podría definir Romina Péchin a la persona Romina Péchin, a la mujer Romina Péchin y a la artista Romina Péchin?
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¿Hacia dónde va Romina Péchin?
No sé, lo voy descubriendo.
Delta 80 es un medio 100% independiente sin lazos ni compromisos con nadie más que la libertad, la coherencia y el arte que no tiene vínculos económicos lo cual lo hace libre para poder decir lo que le parece cuando le parece y donde le parece y si se equivoca y tiene que pedir disculpas lo hace sin ningún problema. Siempre que entrevistamos a un artista le damos la posibilidad de expresarse libremente sin la atadura que representa una pregunta. Te agradecemos que nos hayas atendido y te pedimos, si querés, que expreses lo que quieras expresar a los oyentes/lectores y al público en general.
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Vaya nuestro agradecimiento a los amigos de Rock City – María y Pablo – quienes gentilmente colaboraron para que la entrevista pudiese ser publicada y a Romina Péchin, claro está.
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