Un tipo simple pero exquisito con una visión adelantada a su tiempo, ese era Oscar López. En los inicios del llamado rock nacional fue una figura central junto a Jorge Álvarez y Billy Bond. Nos enteramos de su partida leyendo un posteo de Daniel Grinbank…
Hoy falleció Oscar López. Productor esencial del rock en español tanto por su trabajo en la Argentina como en México. Un encantador de serpientes, un tipo que sabia sacar siempre un conejo de la galera. En nuestro país fue integrante de un trío extraordinario que conformaron con Jorge Álvarez y con Billy Bond generando toda una movida única y fundamental. Militante de una inconsciencia que siempre sirvió para modificar limites. Siempre fantasía e ilusión en estado puro. ¡Inolvidable!
Creador junto a Billy Bond de una productora que revolucionó el mercado y abrió las puertas a los artistas cuando nada había, hablamos de Sazam Records. Para dar cuenta de lo que fue en su momento tanto la productora como la visión de Oscar López, recordamos una entrevista que le hiciera Susana Contreras de la revista RockSuperstar en 1978.

Sazam Records es una joven productora nacida en tiempo ínfimo, pero que por la firme y sólida experiencia de sus productores se ha transformado en una realidad palpable y real. Oscar López, uno de los creadores de Sazam, junto a Billy Bond, aportó con su larga lista de trabajos al mundo de la música. Sus comienzos fueron a partir del ’68, fecha en que inició los primeros recitales, entre ellos el de Arco Iris. En el ’70, junto con otros productores trató de formar un departamento de rock, que se materializó luego de superar algunos inconvenientes con el Centro de Artes y Ciencias, dirigiéndolo durante seis años. En ese lapso uno de sus trabajos fue la presentación de la Biblia de Vox Dei y traer del exterior a Santana. Luego formó una agencia «Rock Centro» que reunía a Pescado Rabioso, Aquelarre y todo lo relacionado con conciertos y recitales. Participó en la coordinación del Velódromo Municipal. La parte de producción de los recitales «grandes», como Adiós Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros, Crucis y Pastoral. Además fue el iniciador de los recitales en las salas cinematográficas. A esta extensa lista le suma ahora su nuevo aporte mediante Sazam Records.
R. S.: —¿Cuál fue la intención básica que te impulsó a creer Sazam Records?
O. L: —Al regresar del Brasil, en marzo del ’78, me encontré con un panorama «bastante desolador» en lo que respecta a la producción del rock nacional. Mi proyecto era continuar en Brasil, ya que con Billy hablamos formado una sociedad para producir conciertos y grandes eventos, además teníamos concretado lanzar algunas cosas con la WEA, sobre algunos lanzamientos con la Warner Bros de músicos argentinos que teníamos los derechos allá, de pronto surgió la posibilidad de Sazam, que en menos de 48 horas fue una realidad, vinimos a MH para ver la edición del disco de Hermeto Pascoal que lo traíamos a la Argentina, nos juntamos con el señor Néstor Selasco, presidente de Sicamericana y a través del periodista Jorge Montes de MH, empezó todo este proyecto que hoy es Sazam Records. Firmamos con Charly García, Nito y conversamos con Pastoral y León Gieco.
R. S.: —¿Cuál es el papel concreto que cumple Oscar López dentro de Sazam?
O. L: —Junto con Billy se efectuó la dirección de Sazam, volcando en el mismo toda la experiencia acumulada durante toda la historieta de nuestro rock nacional, de la cual te puedo empezar a hablar del ’68 en adelante. Destacable fue y es el aporte del señor Néstor Selasco, que como capo escuadra de Sicamericana nos avala y apoya con su frondosa experiencia en el mundo del disco.
R. S.: —¿En qué medida aporta Sazam a la música y músicos argentinos?
O. L.: —Por empezar abrimos constantemente fuentes de trabajo, la producción de conciertos grandes y además las posibilidades en el exterior. Fundamentalmente con lo latinoamericano. Y bueno, en la posibilidad que las cosas den, podemos llegar a hacer algo también en EE.UU. Creo que como ejemplo de lo que podemos llegar a hacer, en mi caso concreto te puedo hablar del año ’76 y ’77, que fueron los de la Máquina de Hacer Pájaros, uno de los grupos que más conciertos realizó, que más recitales ofreció en lugares del interior, haciendo giras de 15 días de duración y bueno, toda la historia que los chicos han de conocer.
R. S.: —¿Puede el mercado argentino competir con el de Brasil?
O. L: —No estoy de acuerdo con que ése sea el camino, no, para nada, creo que lo que tenemos que hacer es seguir los pasos de la música popular brasileña, o sea Gismonti, Pascoal, Milton y demás. Ellos venden y graban en Estados Unidos para todo el mundo. El proyecto de Sazam es mostrar nuestro catálogo en Brasil por medio de la WEA.
R. S.: —¿Puede en un futuro tratar el intercambio con países de Europa?
O. L.: —Mira, todo eso es un proyecto, hasta ahora hacemos la producción de un buen disco, nos ocupamos de que esté bien terminado, esté correcto y fundamentalmente tenga un buen sonido.
R. S.: —¿Sazam sólo se ocupa de la música de rock?
O. L.: —La música de rock es un rótulo que no me interesa. A mi me interesa de pronto la música hecha con un concepto bueno, o sea es un problema conceptual, no un problema de rótulo de rock and roll.
R. S.: —¿Con qué músicos brasileños se comenzarán a realizar intercambios?
O. L.: —Bueno, los primeros son Egberto Gismonti, Casa Das Maquinas, que ya está aquí en Buenos Aires y con Hermeto Pascoal.
R. S.: —¿Qué músicos componen la base principal de Sazam?
O. L: —Hay un grupo de músicos que son los que inician esto y más adelante habrá otro grupo nuevo. En principio son los que ya todo el mundo conoce.
R. S.: —¿En qué países tienen sedes?
O. L: —Tenemos contactos en varios países, pero concretamente sedes sólo existe una oficina en Brasil y Argentina.
Nosotros sabíamos que López era un veterano en le producción y demás, pero teníamos la duda de saber, por su estrecho contacto con la música, si ésta no le creó cierta atracción por ser músico, a lo que respondió: «Me siento identificado con ella a pesar de haber trabajado con Les Luthiers por mucho tiempo. Al principio de todo pretendía ser músico. Tenia un conjunto que se llamaba Los Cuatro de Oro y yo tocaba la batería porque tenía coche y los llevaba a los shows, pero era un desastre, entonces me di cuenta de que andaba mejor con esto». (Mágicas Ruinas)
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