Murió Sergio Mendes, globalizador de la bossa nova

Pianista, compositor y arreglista, saltó a la fama con el grupo Brasil ’66 y siguió siendo una fuerza musical durante más de seis décadas.

Sergio Mendes, el pianista, compositor y arreglista brasileño que llevó la música bossa nova a una audiencia global en la década de 1960 con su grupo, Sergio Mendes & Brasil ’66, y se mantuvo como una fuerza de gran influencia en la música popular durante más de seis décadas, murió el jueves pasado en Los Ángeles. Tenía 83 años.

La causa de su muerte, en un hospital, fue un caso de covid persistente, dijo su familia.

Mendes lanzó cerca de 35 álbumes, ganó tres Grammy y fue nominado al Oscar en 2012 en la categoría de mejor canción original (como coautor de “Real in Rio”, de la película de animación Río).

Su carrera en Estados Unidos despegó en 1966 con su Brasil ’66 y el sencillo “Mas que nada”, escrito por el cantautor brasileño Jorge Ben. El sonido de Mendes era engañosamente sofisticado desde el punto de vista rítmico, pero agradable para los oídos, y amplificaba suavemente el murmullo original de la bossa nova, centrado en la guitarra, con arreglos expansivos impulsados por teclados y líneas vocales susurrantes que solían incluir al propio Mendes acompañando a una primera línea de dos voces femeninas.

El pulso cadencioso y sensual del grupo llegó a simbolizar un estilo contemporáneo adulto en la década de 1960 que contrastaba claramente con la cultura juvenil en ascenso que llegó a dominar las listas de éxitos pop tras la estela de The Beatles.

“Era completamente diferente a todo, y definitivamente diferente al rock‘n’roll”, dijo la estudiosa de la música latina Leila Cobo en el documental de HBO de 2020 Sergio Mendes en el tono de la alegría. “Pero eso habla de lo seguro que estaba Sergio de ese sonido. No intentaba imitar lo que estaba pasando”.

Tras aventurarse a viajar a Estados Unidos por primera vez en 1962 para actuar en un concierto de bossa nova en el Carnegie Hall junto a muchos de los innovadores del género —entre ellos su mentor, el compositor Antonio Carlos Jobim—, Mendes volvió finalmente a Brasil, solo para huir en 1964 a raíz de un violento golpe militar que incluyó por corto tiempo su propia detención. Grabó y salió de gira por Estados Unidos con un nuevo grupo, pero el público solo le respondía tibiamente cuando los demás miembros de su banda decidieron regresar a Brasil. Mendes se quedó; quería intentar una vez más el éxito estadounidense.

Le sobreviven su esposa, Gracinha Leporace; sus dos hijos, Tiago y Gustavo; tres hijos de su primer matrimonio, que acabó en divorcio, Bernardo, Rodrigo e Isabella; y siete nietos.