Ha fallecido Steve Riley, ex baterista de W.A.S.P., L.A. Guns y Keel a los 67 años. La triste noticia la compartido Metal Sludge y posteriormente la ha confirmado su amigo Jason Green en un vídeo en su canal de YouTube ‘Waste Some Time With Jason Green’. Green ha desvelado que Riley padecía varios problemas de salud. El músico americano falleció el 24 de octubre.
Unas horas después ha sido la propia familia de Steve Riley la que ha publicado un comunicado en el que han desvelado la causa de su fallecimiento. Steve murió el martes 24 de octubre tras luchar durante varias semanas contra una grave neumonía.
W.A.S.P. y L.A. Guns
Riley fue un componente crucial en los años de despegue de W.A.S.P., donde dejó su sello en giras y discos esenciales, como The Last Command (1985), Inside The Electric Circus (1986) y Live… In The Raw (1987). Fue miembro de la banda liderada por Blackie Lawless desde 1984 hasta 1987. En esa época también estuvo relacionado con el grupo Keel.
Posteriormente su nombre estaría unido al de L.A. Guns hasta prácticamente su fallecimiento. Entró en L.A. Guns en 1987 y participó en discos como Cocked & Loaded (1989) y Hollywood Vampires (1991). Aunque en 1992 salió de la banda, regresó pocos años después. Posteriormente permaneció en L.A. Guns hasta 2016 a pesar de las diferentes escisiones que sufrió la banda. Y en 2019 creó su propia versión del grupo: Riley’s L.A. Guns.
Con su banda Riley’s L.A. Guns publicó el disco «Renegades» (2020) y tenía pensado editar un nuevo lanzamiento el año que viene: «The Dark Horse».
Familia de Steve Riley:
Declaración de la familia Riley:
“Estamos desolados al comunicar que Steve Riley ha fallecido a la edad de 67 años. Steve llevaba varias semanas luchando contra una grave neumonía y el martes 24 de octubre sucumbió a la enfermedad. Su esposa Mary Louise y su hijo Cole estuvieron a su lado en sus últimos momentos.
Steve pasó las últimas cinco décadas construyendo un rico legado musical, realizando innumerables giras por todo el mundo, vendiendo millones de discos, compartiendo escenario con increíbles compañeros de banda y llevando alegría a fans de todo el planeta. Su estilo era inigualable, influido por los grandes como Buddy Rich, Ginger Baker y John Bonham, y su pasión por el oficio fue evidente hasta el final.
Pero el mayor legado de Steve fue su papel de esposo cariñoso y padre solícito. En casa era algo más que un rockero: era un fanático de los deportes de Boston, un aficionado a la Segunda Guerra Mundial y un ávido lector. Aunque le encantaba estar en la carretera, nada le daba más alegría que volver a casa con su familia.
A Steve le sobreviven su mujer y su hijo, así como sus hermanos Michael y Daniel”. (Metal Journal)
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