Después de seis años volvieron a la Argentina con un público masivo y con un show que incluyó los clásicos de su historia en el rock.
Este viernes a la noche se realizó un impresionante recital de 3 horas de los Guns N’ Roses en el estadio de River Plate, en el contexto del “South American Tour”. La formación encabezada por los históricos Axl Rose, Slash y Duff McKagan en bajo, Dizzy Reed en los teclados, Richard Fortus en guitarra rítmica, Frank Ferrer en batería y Melissa Reese en los soportes de teclado, “superó las expectativas”.
El concierto llega a seis años de su último show en el país, por la deuda que quedó pendiente cuando se frustró su actuación en la versión local de Lollapalooza del 2020 ante la pandemia de coronavirus. Anteriormente actuaron en octubre de 2017 en el Estadio Único de La Plata junto a The Who, a 30 años de su primer desembarco en suelo argentino.
Se pudo apreciar desde temprano un público de tres generaciones en el estadio de River, tanto de personas que asistieron a sus recitales en los 90´s como de muchos que aún no habían nacido en la época dorada del grupo y varias familias.
“Dejaron el alma y la vida”, “Ya quisieran romperla a los 60 años”, se escuchaba entre los fanáticos post recital, quienes disfrutaron el show con lágrimas y saltos. Axl Rose, que ya no es el mismo joven de la década de los 90, tuvo una noche memorable respecto a su voz que sigue conmoviendo, y se movió al ritmo por el escenario.
Desde las 8 de la noche Airbag acompañó brevemente como telonero, hasta que los Guns comenzaron puntualmente a las 9 con la canción de “It’s so easy” seguido de “Mr Brownstone”, propios del disco «Appetite for Destruction».
En un momento el cantante se dirigió al público para realizar un pedido ante su preocupación por el bienestar de la audiencia, primero dijo en español “¿Cómo están todos?” y continuó, “No queremos que nadie se lastime por favor den un paso para atrás porque hay gente adelante que se está haciendo daño y queremos que todos pasen un buen momento”.
Se pudieron disfrutar de clásicos como “Welcome to the jungle”, “Patience”, “Used to love her”, “November rain”, “Paradise city”, “Don´t Cry”, “You Could Be Mine” y antes de comenzar con el hit de “Sweet Child of mine”, el artista estadounidense exclamó “Hello River Plate, Buenos Fuckin Aires” y la audiencia enloqueció al ritmo de la música.
Además homenajearon a cantantes como Jimi Hendrix con “Civil war”, a Bob Dylan con “Knocking the heaven’s door”, Velvet revolver (de Slither), “Attitude” Cover de Misfits donde McKagan fue el cantante y Paul Mc Cartney con “Live and let die”.
En esta oportunidad los asistentes pudieron ver al mítico Saul Hudson, conocido como Slash, y Axl en un contacto más cordial. En un momento el cantante se apoyó en el hombro de Slash y también compartieron el micrófono durante “Shadow of love” para doblar juntos el estribillo.
El público ovacionó al famoso guitarrista por la destreza empeñada en cada riff y punteo realizado por parte del artista de 57 años que ya es catalogado como una leyenda en la materia. Slash se lució con una gran variedad de guitarras tanto acústicas como eléctricas y con un extenso performance de solos.
Finalmente la banda realizó un saludo a su público, con un Axl vistiendo una chaqueta de cuero con las banderas sudamericanas para agradecer a sus fans latinos. Mientras que Slash mostró sus habilidades durante todo el show, no solo con sus destrezas musicales si no aeróbicas, al realizar unas volteretas en el escenario para despedirse.
Los Guns en Puerto Madero
El grupo está en suelo argentino desde el martes a la noche, cuando arribó al Aeropuerto Internacional de Ezeiza proveniente de Porto Alegre, luego de una extensa gira por Brasil que se inició el 1 de septiembre y abarcó varias ciudades y la participación en el Rock in Río.
Pero a diferencia de las jornadas vividas en diciembre de 1992, sus integrantes han mantenido un bajo perfil y casi no se han visto fotos de ellos por las calles porteñas, como así tampoco se han vivido escenas de histeria por parte de fans, aunque algunos esperaron horas fuera de los hoteles.
(Los Andes)
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