La música no vale nada. En The Scaramanga Six lo sabemos desde hace mucho tiempo, pero aún así persistimos, con la mente y la nariz ensangrentadas. Abrazando la relativa oscuridad para tener una vida más cómoda. Vidas dobles, triples y cuádruples de hecho. Tan irrelevantes ahora como cuando nos formamos a mediados de los ’90. Permaneciendo estoicos y decididos. De esta forma presentan los ingleses el avance de lo que viene, que continúa de así:
Han pasado cuatro años desde el lanzamiento de «Chronica», nuestro anterior disco distópico que se extendía como un caimán en reposo a través de cuatro caras de vinilo. Han pasado muchas cosas desde entonces: nuestras mentes y nuestros cuerpos se han puesto a prueba, las finanzas y la cordura se han puesto a prueba. El flamante carro de la compra de la vida sigue precipitándose por el terraplén hacia las ortigas, sólo que esta vez sin rueda. ¿Qué hemos aprendido? Nada, eso es lo que hemos aprendido. Sin embargo, de alguna manera, incluso la música inútil es más vital que nunca.
Tenemos el honor de presentarles «Worthless music», nuestro décimo disco. Una colección de 14 temas, de alcance y ambición épicos. En esta ocasión, carecemos de un tema central, sino que se trata de un sinfín de asuntos: luchas con la conciencia, frustraciones domésticas, sueños despiertos, trabajos penosos e incluso la pesca de perros ahogados en los canales.
Los elogios empiezan a hacerse oír en este colosal compendio, por ejemplo:
«Son la mejor banda del mundo» – opinión imparcial y no capitalista de Joyzine
«Música a todo lujo» dice la revista Classic Rock con una calificación de 7/10 (que todo el mundo sabe que es más bien un 9 o 10 para un grupo sin presupuesto publicitario)
Basta con echar un vistazo a la calidad de nuestro trabajo:
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