(Ignacio Mayorga Alzate) Monopop es el proyecto solista de Lucas Acevedo, músico y compositor de Medellín, Colombia. Allí culminó con gracia una larga trayectoria instrumental producto de experiencias musicales previas, desde su iniciación académica en el exigente violín hasta su participación en Beatside: la banda tributo a The Beatles más aplaudida en toda Colombia, en la que desarrolló y expandió su ahora notoria armonía vocal. Sobre este soporte técnico, Monopop se erige gracias una diversa pero clara paleta de influencias sonoras. Allí se encuentra el espíritu brit del ya mencionado cuarteto de Liverpool como también la sofisticación britpop de Oasis; además, elementos que se pueden rastrear hasta el amplio abanico que comprende del New York Revival a inicios de la década del 2000, realizando una importante actualización en referentes como de The Kooks, The Drums, Balthazar y Metronomy. A lo anterior se suma una veta que explora el rock latinoamericano, que trae a colación la melancolía guitarrera de los primeros discos de Zoé junto a la frescura del Cerati tardío. Después de presentar cuatro sencillos, por fin tenemos con nosotros Popscuro, su álbum debut.
Popscuro recoge las inquietudes compositivas de Monopop, un largo recorrido de experimentación que cristaliza en un disco complejo, emotivo y vibrante, envuelto en un halo de melancolía y melodías lóbregas de una elegancia sobrecogedora. “Lo que hoy es Popscuro es el resultado de una exploración musical apoyada por los productores Leonardo Sierra y Pablo Melo, con quienes dimos forma a las canciones en las cuales se ve una clara evolución en el sonido, más alejado del rock alternativo y formato tradicional, y más cerca de electro pop y el indie dance influenciado por bandas como Parcels, Balthazar, The Neighbourhood y Metronomy, entre otros”, explica Monopop sobre su primer álbum. “Es entonces un dialogo constante entre estilos musicales que se contrastan y complementan para encontrar un punto armónico entre el mundo digital y análogo, siendo esto entonces, el hilo conductor del disco. Las letras siguen siendo, como en producciones anteriores, vivencias, anécdotas, e historias reales que se convierten en ficción, amores, desamores, despedidas y dolores”, añade.
En nueve cortes encantadores Monopop nos envuelve en un hechizo sonoro que plantea una aventura narrativa en la que nos presenta el encanto del romance y el enamoramiento, la hiel de la ruptura amorosa y las transformaciones personales que se nos presentan una vez nos reinventamos después de decir adiós. “El disco se divide en dos partes separadas por un interludio, que marca el paso de la noche a un nuevo amanecer, y conecta las canciones más oscuras como ‘Animal’ y ‘Lárgate’, con los colores pastel y violines de ‘I wonder’, en una nueva versión desde su lanzamiento original en 2020, y terminar en una canción enérgica y esperanzadora como ‘Al sur’”, concluye Monopop sobre su primer disco. Con una diversidad de detalles en la producción de delicada factura, el músico antioqueño ha dado forma a un nuevo documento sonoro que se inserta en la narrativa de un pop inteligente y minimalista que caracteriza una nueva avanzada paisa, que rápidamente se está abriendo camino para definir el sonido independiente colombiano. Es un álbum complejo que tiene una intención clara tras de sí y que vibra con sonidos novedosos y una sabia utilización de la estética retro para dar forma a canciones contundentes, entrañables y coquetas. Monopop es solo uno, pero suena mejor en estéreo. Este es el nuevo sonido del pop colombiano.
“Monopop nace por iniciativa mía, por una búsqueda musical que había empezado hace muchos años, pero que no lograba concretar en otras exploraciones. Monopop le canta a lo cotidiano, a la ciudad, a los amores y a los desamores, a los viajes y demás historias inspiradoras que mecen ser cantadas y recordadas; con las cuales cualquiera puede identificarse en algún momento de su vida”, explica el músico. Monopop se vale de letras descomplicadas cuyo valor primario es la sinceridad. Es un proyecto que busca retratar a través de metáforas simples la complejidad y fragilidad de los lazos contradictorios tan presentes en el amor y la metrópolis agitada. Sobresalen los solos retro de guitarra, teclados psicodélicos y juegos de voces con abundante color, que evocan sentimientos añejos de los sesenta, pero hacen conexiones hábiles con las tendencias estéticas del mainstream de hoy.
La discografía de Monopop costa de un EP autotitulado de 2019, que consta de 4 canciones y del que se destaca la canción “Contra la corriente”; las sesiones acústicas «Al natural», en las que versiona sus propias canciones en un formato más simple. Este año estará presentando «Popscuro», su álbum debut, del que se desprende el sencillo “La chica de las pestañas largas”.
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