El artista plástico argentino Guillermo Roux, uno de los más versátiles en sus formas de expresión, falleció este domingo a sus 92 años, según confirmaron sus allegados.

Hijo del uruguayo Raúl Roux, guionista y dibujante de historietas, Guillermo nació en el barrio porteño de Flores en 1929. A los 16 años dejó la escuela para ingresar al sello de historietas de Dante Quinterno.

Roux trabajó varios años en Italia restaurando frescos y mosaicos, en el taller de Umberto Nonni. De regreso al país, se radicó en Jujuy, donde alternó la pintura con la docencia en escuelas primarias y participó con otros artistas en la fundación de la Escuela de Artes y Oficios de Jujuy.

Tras el encuentro con Franca Beer, su mujer durante 50 años, se proclamó «artista de tiempo completo».

En 1982 participó en la Bienal de Venecia y expuso su obra en los mejores museos y galerías del mundo. Ese mismo año, recibió el Premio Konex de Platino como el más importante pintor surrealista de la historia en Argentina, mientras que en 2007 fue designado por la Legislatura Porteña “Ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires”.

En el último tiempo, se inclinó por los dibujos, lo que lo llevó a un muestra muy disruptiva con su obra «Diario gráfico» que se exhibió en 2018 en el Museo Nacional de Bellas Artes. Allí reunió 290 dibujos en birome realizados entre agosto de 2015 y diciembre de 2017, luego de regresar de una larga internación.

Roux definía al dibujo como una forma de conocimiento. «No se puede negar que el mundo de hoy trae una cantidad de elementos, materiales, formas, que son muy diferentes a los de antes. No se pinta con pincel, el pincel no se usa, el lápiz se usa poco, el grafito se usa poco y antes era muy común. El dibujo es una forma de conocimiento, es conocer a través de la forma lo que estamos viendo», dijo en una entrevista con el Ministerio de Cultura de la Nación.